Transformación digital... y su contraparte: el riesgo digital.

La transformación digital es un tema que toda empresa debe abordar más temprano que tarde si desea ser competitiva en el actual mundo empresarial. Los cambios son buenos, y más aún si se realizan de manera organizada ejecutando un apropiado tratamiento de esa nueva variable que va de la mano de las nuevas tecnologías: el riesgo digital.

Lamentablemente, para un gran número de empresas, esta nueva variable no es importante hasta que se ven enfrentadas a su  materialización. Cuando esto ocurre, ya es tarde, el camino a seguir es el tratamiento reactivo del riesgo digital lo cual implica la inversión de grandes cantidades de dinero en su tratamiento para intentar regresar a un estado normal de operación.

Un ejemplo acerca de esto, es la empresa que se niega a invertir dinero en un antivirus avanzado porque es muy costoso, adicionalmente el que tiene siempre ha funcionado y nunca ha pasado nada. Para este ejemplo vamos a hablar de la ocurrencia de un ataque de afectación de información:

Cuando se materializa el riesgo en la empresa, el delincuente puede encriptar o cifrar la información, es decir, ingresa a los equipos y pone una contraseña de acceso a los archivos, contraseña que solo el delincuente conoce, posterior a esto, pide un rescate, es decir, exige dinero a cambio de entregar la contraseña de acceso a la información de la empresa. El delincuente no se puede rastrear, las autoridades no pueden localizarlo, las recomendaciones es que no paguen el rescate porque lo más posible es que se pierda el dinero y la información, por último, se recomienda que reconfigure sus equipos, “compre un antivirus avanzado” y regrese a su copia de respaldo más reciente, si la tiene.

La empresa  hubiese ahorrado recursos importantes si se hubiera tratado el riesgo de forma adecuada en el momento oportuno. El costo del tratamiento reactivo de un riesgo es demasiado elevado en comparación con el tratamiento preventivo.  Al final, siempre va a tener que implementar el control preventivo y adicionar los costos de recuperación del incidente.

Como conclusión, realizar un tratamiento de riesgos digitales es una buena práctica en aras de prevenir que incidentes de seguridad digital puedan poner en riesgo la estabilidad de la empresa. Identificar las vulnerabilidades y tratarlas de forma preventiva es más económico que hacerlo reactivamente.



No hay comentarios:

Publicar un comentario