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La Escalera de Ciberseguridad: 10 Pasos para Proteger Tu Empresa según el NIST CSF

En el mundo actual, donde los ataques cibernéticos son cada vez más sofisticados y constantes, construir una base sólida de ciberseguridad es esencial para cualquier empresa. Muchos líderes empresariales se preguntan cómo comenzar a fortalecer su seguridad, y la respuesta puede encontrarse en el NIST Cybersecurity Framework (CSF), uno de los marcos de referencia más reconocidos. Este artículo presenta una “escalera” de 10 pasos, diseñada para guiar a cualquier organización, sin importar su tamaño o sector, en su camino hacia una ciberseguridad madura y efectiva.

1. Análisis de Vulnerabilidades

El primer paso para proteger una empresa es conocer sus debilidades. El análisis de vulnerabilidades identifica las “puertas abiertas” que podrían aprovechar los atacantes. Este mapeo inicial de riesgos ayuda a las empresas a entender sus puntos críticos y priorizar esfuerzos.

2. Evaluación de Riesgos

No todas las vulnerabilidades son iguales; algunas son más críticas que otras. Aquí es donde entra la evaluación de riesgos, en la cual se categoriza cada vulnerabilidad según su probabilidad de explotación e impacto potencial. Este paso permite a las empresas enfocar recursos en las amenazas más significativas.

3. Remediación de Vulnerabilidades Críticas

Una vez priorizadas, las vulnerabilidades más críticas deben ser corregidas. Esto incluye aplicar parches, ajustar configuraciones y establecer procedimientos para prevenir problemas futuros. Es un paso crucial para eliminar los principales puntos de entrada para los atacantes.

4. Protección de Accesos y Datos

Controlar quién accede a qué es clave para cualquier organización. En este paso, se implementan medidas de autenticación, como contraseñas fuertes y autenticación multifactor, y se encriptan los datos sensibles. Esto ayuda a proteger la información crítica de accesos no autorizados.

5. Implementación de Monitoreo y Detección

El monitoreo permite detectar actividad sospechosa en tiempo real. La implementación de sistemas de monitoreo y detección ayuda a las organizaciones a identificar posibles amenazas antes de que causen daños. Las alertas en tiempo real son la primera línea de defensa para reaccionar ante eventos sospechosos.

6. Respuesta ante Incidentes

Establecer un plan de respuesta a incidentes es fundamental para minimizar el impacto de cualquier ataque. Este plan incluye procedimientos para detectar, contener y erradicar amenazas, así como pasos para restaurar los sistemas afectados.

7. Plan de Recuperación y Continuidad del Negocio

La preparación para la recuperación es esencial para asegurar que la empresa pueda continuar operando tras un incidente. Esto implica tener respaldos actualizados y un plan de recuperación detallado que permita restaurar sistemas y datos críticos.

8. Capacitación de los Empleados en Ciberseguridad

Los empleados son la primera línea de defensa. Ofrecer capacitación en ciberseguridad les permite identificar riesgos comunes y saber cómo actuar ante amenazas como el phishing. Esto ayuda a reducir errores humanos que podrían llevar a incidentes de seguridad.

9. Revisión y Mejora Continua de Seguridad

La ciberseguridad no es un proceso estático; requiere actualización constante. Revisar y mejorar las medidas de seguridad permite a las empresas adaptarse a nuevas amenazas y refinar sus procedimientos.

10. Evaluación y Adaptación a Nuevas Amenazas

Finalmente, la ciberseguridad debe ser proactiva. La evaluación continua del panorama de amenazas ayuda a identificar nuevas vulnerabilidades y adaptar las defensas en consecuencia, garantizando una protección acorde al entorno de riesgo actual.

A través de esta escalera de 10 pasos, cualquier empresa puede evolucionar hacia una postura de ciberseguridad madura y resiliente. Al adoptar este enfoque estructurado, basado en el marco de referencia del NIST CSF, los líderes empresariales pueden garantizar que sus organizaciones estén mejor preparadas para afrontar los desafíos cibernéticos del presente y del futuro.

Gestión de Riesgos en Ciberseguridad: Cómo Crear una Metodología Efectiva Basada en ISO 31000 e ISO 27001

 Gestión de Riesgos en Ciberseguridad: Cómo Crear una Metodología Efectiva Basada en ISO 31000 e ISO 27001

En el mundo actual, donde las amenazas a la seguridad de la información aumentan cada día, la gestión de riesgos se ha convertido en una prioridad para las organizaciones. Contar con una metodología de evaluación de riesgos efectiva es crucial para proteger los activos de información y cumplir con normativas internacionales, como la ISO 27001. Este artículo explora los elementos fundamentales para crear una metodología de gestión de riesgos de seguridad de la información, tomando como base los principios de la ISO 31000 y alineándola con los requisitos específicos de la ISO 27001:2022 para un Sistema de Gestión de Seguridad de la Información (SGSI).


1. Definir el Objetivo y Alcance de la Evaluación de Riesgos

El primer paso en cualquier metodología de gestión de riesgos es establecer su objetivo y alcance. Este componente establece el propósito de la metodología y define claramente los límites del proceso de evaluación de riesgos dentro del contexto del SGSI. Este paso permite enfocar los esfuerzos en los activos, sistemas, procesos y personas que realmente necesitan ser protegidos.


2. Comprender el Contexto de la Organización

Para que la gestión de riesgos sea efectiva, es esencial analizar el contexto interno y externo de la organización. Esto incluye factores externos como regulaciones, condiciones del mercado y amenazas emergentes, así como factores internos, como políticas de seguridad y estructura organizacional. Este contexto permitirá establecer los objetivos del SGSI y asegurará que los riesgos se identifiquen en función de la realidad de la organización.


3. Establecer Criterios de Riesgo Claros

Definir criterios de riesgo es clave para poder evaluar y priorizar riesgos de manera coherente. Estos criterios incluyen escalas de probabilidad e impacto, así como el nivel de tolerancia al riesgo que la organización está dispuesta a asumir. Al definir criterios de severidad, también se puede clasificar cada riesgo como alto, medio o bajo, facilitando la toma de decisiones para su tratamiento.


4. Identificar los Riesgos de Seguridad de la Información

Una metodología robusta debe incluir un proceso claro para la identificación de riesgos. Esto puede lograrse a través de técnicas como el análisis de amenazas, entrevistas con partes interesadas y revisiones de incidentes anteriores. En esta etapa, se identifican los activos de información, las posibles amenazas, las vulnerabilidades y las consecuencias que podrían tener para la organización.


5. Analizar los Riesgos

El análisis de riesgos permite evaluar la probabilidad de ocurrencia y el impacto potencial de cada riesgo identificado. Esto se puede hacer mediante un análisis cualitativo, cuantitativo o mixto, dependiendo de los recursos y necesidades de la organización. El uso de matrices de riesgo o árboles de decisión es útil para clasificar y visualizar los riesgos de manera efectiva.


6. Evaluar y Priorizar los Riesgos

Con la información obtenida en el análisis, es posible evaluar y priorizar los riesgos en función de su nivel de criticidad. Una matriz de riesgo, donde se cruce la probabilidad y el impacto, facilita la clasificación y ayuda a decidir cuáles riesgos deben ser tratados, monitoreados o aceptados.


7. Desarrollar un Plan de Tratamiento de Riesgos

El Plan de Tratamiento de Riesgos detalla las estrategias para abordar cada riesgo identificado. Esto puede implicar evitar, mitigar, transferir o aceptar el riesgo. Aquí, la selección de controles de seguridad debe alinearse con el Anexo A de la ISO 27001, asegurando que las medidas implementadas sean efectivas y adecuadas para cada situación.


8. Evaluar el Riesgo Residual

Después de implementar los controles de tratamiento de riesgo, se debe evaluar el riesgo residual. Este es el riesgo que permanece después de que se han tomado medidas de mitigación. Documentar los riesgos residuales y decidir si son aceptables es una parte esencial para demostrar el cumplimiento y el proceso de gestión continua.


9. Monitorear y Revisar los Riesgos de Forma Continua

La gestión de riesgos no es un proceso estático; es importante establecer un sistema de monitoreo y revisión continua. Esto implica actualizar regularmente el registro de riesgos, medir la efectividad de los controles implementados y realizar ajustes en caso de cambios en el contexto o la aparición de nuevas amenazas. Esta revisión permite que la organización esté siempre preparada para enfrentar nuevas situaciones.


10. Comunicar y Consultar con las Partes Interesadas

Finalmente, la comunicación y consulta son fundamentales para asegurar que todos los niveles de la organización comprendan los riesgos y participen en la gestión de los mismos. Las estrategias de comunicación aseguran que los riesgos y las decisiones de tratamiento se comprendan y se ejecuten adecuadamente, manteniendo informadas a las partes interesadas y fomentando una cultura de seguridad.


Desarrollar una metodología de evaluación de riesgos alineada con ISO 31000 y ISO 27001:2022 es esencial para gestionar efectivamente la seguridad de la información en cualquier organización. Con estos pasos, podrás construir un proceso de gestión de riesgos sólido que no solo proteja tus activos de información, sino que también garantice el cumplimiento de las normativas internacionales. Esta metodología no solo mejorará la seguridad general de la organización, sino que también fortalecerá la confianza de las partes interesadas y la resiliencia ante posibles ciberataques.


La ciberseguridad no es solo tecnología; es anticipación, planificación y una gestión proactiva de riesgos.

Fortalece tu Seguridad: Cómo Implementar un SGSI con ISO 31000 y Gestionar Efectivamente tus Activos de Información

En el mundo digital actual, proteger la información es crucial para cualquier organización. Implementar un Sistema de Gestión de Seguridad de la Información (SGSI) basado en la ISO 31000 te proporciona un marco sólido para identificar, evaluar y gestionar riesgos de manera efectiva. A continuación, te mostramos cómo desarrollar este sistema, enfocándonos en la creación de un inventario de activos de información y los pasos a seguir posteriormente.

¿Qué es ISO 31000 y por qué es clave para tu SGSI?

ISO 31000 es una norma internacional que establece directrices para la gestión de riesgos. Aunque no está específicamente diseñada para la seguridad de la información, sus principios son altamente aplicables para desarrollar un SGSI robusto. Los principios clave incluyen la integración de la gestión de riesgos en todos los procesos, un enfoque sistemático, la inclusión del personal y la mejora continua.

Paso 1: Establecer el Contexto

Antes de identificar riesgos, define el contexto interno y externo de tu organización:

Entorno Organizacional: Cultura, estructura y procesos.

Requisitos Legales y Reglamentarios: Cumplimiento con leyes de protección de datos y normativas sectoriales.

Expectativas de las Partes Interesadas: Clientes, empleados, socios y proveedores.

Paso 2: Crear un Inventario de Activos de Información

El inventario de activos es esencial para saber qué proteger. Sigue estos pasos:

1. Identificación de Activos

Tipos de Activos: Datos digitales, documentos físicos, software, hardware, bases de datos, aplicaciones, etc.

Propiedad y Ubicación: Determina quién es responsable de cada activo y dónde se almacenan y procesan.

2. Clasificación de los Activos

  • Sensibilidad de la Información: Pública, interna, confidencial, altamente confidencial.
  • Valor para la Organización: Impacto financiero, reputacional y operativo en caso de pérdida o compromiso.
  • Requerimientos de Cumplimiento: Normativas específicas que afectan al activo.

3. Valuación de los Activos

  • Valor Económico: Coste de reemplazo o reparación.
  • Valor Operativo: Importancia para las operaciones diarias.
  • Valor Reputacional: Impacto en la imagen de la organización.

4. Documentación del Inventario

Crea una base de datos o una hoja de cálculo que incluya:

  • Nombre del Activo
  • Descripción
  • Propietario
  • Ubicación
  • Clasificación
  • Valuación
  • Estado Actual de Seguridad

Consideraciones Clave

  • Participación de las Partes Interesadas: Involucra a diferentes departamentos para una identificación completa.
  • Actualización Continua: Revisa y actualiza regularmente el inventario para reflejar cambios.
  • Herramientas de Gestión: Utiliza software especializado para facilitar la gestión y el seguimiento de los activos.

Paso 3: Evaluación y Gestión de Riesgos

Con el inventario en mano, procede a evaluar y gestionar los riesgos:

a. Identificación de Riesgos

  • Amenazas Potenciales: Ciberataques, desastres naturales, errores humanos, fallos tecnológicos.
  • Vulnerabilidades: Debilidades en sistemas, procesos o controles existentes.

b. Análisis y Evaluación de Riesgos

  • Probabilidad y Impacto: Evalúa la frecuencia y las consecuencias de cada riesgo.
  • Priorización: Determina cuáles riesgos requieren atención inmediata.

c. Tratamiento de Riesgos

  • Evitación: Elimina la causa del riesgo.
  • Mitigación: Implementa controles para reducir la probabilidad o el impacto.
  • Transferencia: Transfiere el riesgo a terceros, como mediante seguros.
  • Aceptación: Acepta el riesgo cuando su nivel es tolerable.

d. Implementación de Controles de Seguridad

  • Técnicos: Firewalls, sistemas de detección de intrusos, cifrado.
  • Administrativos: Políticas de seguridad, formación del personal.
  • Físicos: Acceso restringido a instalaciones, dispositivos de seguridad.

Paso 4: Monitoreo y Revisión Continua

  • Seguimiento de Controles: Asegura que los controles implementados son efectivos.
  • Revisión Periódica del SGSI: Adapta el sistema a cambios en el entorno o en las amenazas.
  • Auditorías: Realiza evaluaciones internas y externas para asegurar la conformidad.

Paso 5: Documentación y Comunicación

Documentación Completa: Incluye políticas, procedimientos, registros de riesgos y acciones tomadas.

Comunicación Interna: Informa a todo el personal sobre sus responsabilidades y las políticas de seguridad.

Reporte a la Alta Dirección: Proporciona informes regulares sobre el estado de la gestión de riesgos y la efectividad del SGSI.

Mejora Continua

Adopta un ciclo de mejora continua (Planificar, Hacer, Verificar, Actuar - PHVA) para asegurar que tu SGSI evoluciona y mejora constantemente, adaptándose a nuevas amenazas y cambios en la organización.


Implementar un SGSI basado en ISO 31000 te permite gestionar los riesgos de seguridad de la información de manera efectiva. La creación de un inventario de activos es el primer paso crucial para identificar qué proteger y cómo priorizar tus esfuerzos de seguridad. Continúa evaluando y mejorando tu sistema para mantener la información crítica de tu organización segura y protegida.


Desarrollando un Plan de Gestión de Riesgos en Ciberseguridad: Guía Práctica para Implementadores

Implementar un Sistema de Gestión de Seguridad de la Información (SGSI) con base en ISO 27001:2022 es una tarea compleja que requiere de un enfoque sólido y sistemático hacia la gestión de riesgos. La ISO 31000 proporciona las pautas necesarias para diseñar un proceso efectivo de gestión de riesgos, y su correcta aplicación es crucial para el éxito de cualquier programa de ciberseguridad. Aquí exploraremos los principales puntos a considerar al desarrollar un plan de gestión de riesgos, las dificultades comunes que surgen durante este proceso y cómo abordarlas con ejemplos prácticos.

1. Comprender el Contexto de la Organización

Un buen plan de gestión de riesgos comienza con una comprensión profunda del contexto de la organización. Esto incluye el entorno externo (factores de mercado, regulaciones, amenazas externas) y el entorno interno (estructura organizativa, recursos disponibles, procesos y tecnología). Es vital identificar los activos críticos de la organización, los procesos de negocio y los posibles vectores de ataque.

Dificultades comunes:

Dificultad para definir los límites del contexto. A veces es difícil saber dónde detenerse al analizar el entorno de la organización.

Cómo abordarlas:

Uso de entrevistas y talleres colaborativos. Involucrar a diferentes partes interesadas dentro de la organización ayuda a obtener una perspectiva completa del contexto. Por ejemplo, un banco podría organizar reuniones con los equipos de TI, legal, cumplimiento y operaciones para mapear sus activos críticos y procesos.

2. Identificación y Evaluación de Riesgos

Una vez que se comprende el contexto, se deben identificar los riesgos potenciales para los activos de información y procesos de negocio. Esto implica reconocer amenazas, vulnerabilidades y el impacto potencial de eventos no deseados.

Dificultades comunes:

Subestimación o sobreestimación de riesgos. Las organizaciones pueden tener dificultades para evaluar correctamente los riesgos, ya sea minimizándolos o asignándoles demasiada importancia.

Cómo abordarlas:

Uso de metodologías de evaluación de riesgos. La ISO 31000 recomienda un enfoque estructurado para identificar y evaluar riesgos. Una matriz de riesgos puede ser una herramienta eficaz. Por ejemplo, para una empresa de tecnología que maneja datos de clientes, se podría asignar un puntaje a cada riesgo basado en su probabilidad y posible impacto. Los riesgos de mayor puntaje serán prioritarios para mitigar.

3. Evaluación de Riesgos con el Marco de ISO 31000

ISO 31000 establece un proceso de evaluación de riesgos que ayuda a la toma de decisiones sobre el nivel de riesgo aceptable. La evaluación debe tener en cuenta la probabilidad de ocurrencia y el impacto potencial en la organización.

Dificultades comunes:

Dificultad para definir los criterios de riesgo. Establecer qué riesgos son aceptables y cuáles no puede ser un reto, ya que puede involucrar decisiones difíciles sobre qué riesgos asumir y cuáles mitigar.

Cómo abordarlas:

Definir criterios de riesgo claros y específicos. Por ejemplo, una empresa que opera en la nube podría decidir que cualquier riesgo que pueda comprometer los datos de los clientes es inaceptable, mientras que otros riesgos como interrupciones menores del servicio pueden considerarse tolerables si se abordan con planes de contingencia.

4. Tratamiento de Riesgos

Una vez que se identifican y evalúan los riesgos, es necesario establecer un plan de tratamiento para abordar cada uno. Esto puede implicar la implementación de controles para reducir el riesgo, transferir el riesgo (por ejemplo, con seguros), evitar el riesgo (cambiando procesos) o aceptar el riesgo (si se considera bajo o asumible).

Dificultades comunes:

Selección de controles efectivos y balanceados. No todos los controles son adecuados para todos los riesgos, y es necesario encontrar un equilibrio entre seguridad y costo/eficiencia.

Cómo abordarlas:

Usar la guía de controles de ISO 27001. Por ejemplo, una organización podría mitigar el riesgo de ataques de phishing implementando controles como la autenticación multifactor (MFA) y programas de capacitación para empleados.

5. Comunicación y Consulta

Es fundamental comunicar los riesgos y las medidas de tratamiento a todas las partes interesadas pertinentes. Esto garantiza que todos estén informados sobre los riesgos y las medidas de mitigación, y proporciona una oportunidad para obtener retroalimentación y ajustar el plan de gestión de riesgos según sea necesario.

Dificultades comunes:

Falta de comunicación y colaboración. A veces, las decisiones de gestión de riesgos se toman en un silo, lo que puede llevar a la falta de apoyo y comprensión por parte de otros departamentos.

Cómo abordarlas:

Comunicación continua y talleres participativos. Organiza sesiones regulares para discutir el progreso y ajustar los planes de tratamiento de riesgos. Por ejemplo, una empresa de comercio electrónico podría realizar sesiones trimestrales para revisar la efectividad de las medidas de seguridad implementadas y ajustar según nuevas amenazas o cambios tecnológicos.

6. Monitoreo y Revisión de los Riesgos

El entorno de la organización cambia constantemente, lo que significa que los riesgos también pueden evolucionar. Es crucial monitorear los riesgos y revisar el plan de gestión periódicamente para asegurarse de que sigue siendo efectivo.

Dificultades comunes:

No asignar responsabilidades para el monitoreo continuo. Si no se designan responsables específicos, es fácil que el monitoreo de riesgos se pase por alto.

Cómo abordarlas:

Asignar roles y responsabilidades claras. Define quién es responsable de monitorear los riesgos y con qué frecuencia se deben revisar. Por ejemplo, un responsable de ciberseguridad podría tener la tarea de revisar los informes de incidentes semanalmente y ajustar los controles si es necesario.

7. Integración con el SGSI de ISO 27001

La gestión de riesgos debe integrarse completamente con el SGSI. Esto significa que todos los procesos de gestión de riesgos deben estar documentados, ser parte de los procesos de gestión de la organización y ser auditables para cumplir con ISO 27001:2022.

Dificultades comunes:

Integración deficiente con el SGSI. Si la gestión de riesgos no está alineada con los procesos y políticas del SGSI, puede resultar ineficaz y no cumplir con los requisitos de ISO 27001.

Cómo abordarlas:

Documentación y auditorías internas. Realiza auditorías internas periódicas para asegurar que el proceso de gestión de riesgos esté en línea con el SGSI y sigue las directrices de ISO 27001.


Desarrollar un plan de gestión de riesgos efectivo en ciberseguridad requiere un enfoque sistemático y continuo, siguiendo las pautas establecidas por ISO 31000 e integrando los principios de ISO 27001:2022. La comprensión del contexto de la organización, la identificación precisa de riesgos, la selección de controles efectivos y la comunicación constante son esenciales para garantizar una implementación exitosa.

Al abordar los riesgos de manera proactiva y estratégica, las organizaciones no solo protegen sus activos, sino que también establecen una base sólida para la mejora continua y la resiliencia ante futuras amenazas de ciberseguridad.


Implementación de Controles de Seguridad: Fortaleciendo la Defensa de la Información

La implementación de controles de seguridad es un paso crucial en la creación de un Sistema de Gestión de Seguridad de la Información (SGSI) efectivo bajo la norma ISO 27001:2022. Los controles de seguridad son las medidas específicas que se aplican para mitigar los riesgos identificados, proteger los activos de información y asegurar la continuidad del negocio. En este artículo, exploramos cómo desarrollar este paso, las técnicas y recomendaciones para alcanzar el objetivo, y las mejores prácticas sugeridas por los expertos.

¿Qué son los Controles de Seguridad?

Los controles de seguridad son medidas técnicas, administrativas y físicas diseñadas para proteger los activos de información contra amenazas y vulnerabilidades. Estos controles pueden incluir políticas, procedimientos, prácticas organizativas, y tecnologías.

Pasos para la Implementación de Controles de Seguridad

1. Identificación de Requisitos de Control

El primer paso es identificar los requisitos de control basados en la evaluación de riesgos. Esto incluye determinar qué controles son necesarios para mitigar los riesgos a un nivel aceptable.

Acción: Revisa los resultados de la evaluación de riesgos y selecciona los controles apropiados del Anexo A de la ISO 27001:2022, que proporciona una lista completa de controles de seguridad.

2. Desarrollo de Políticas y Procedimientos

Desarrolla políticas y procedimientos que describan cómo se implementarán y gestionarán los controles de seguridad. Estos documentos deben ser claros, concisos y accesibles para todos los empleados.

Acción: Redacta políticas y procedimientos detallados para cada control de seguridad, asegurándote de incluir roles y responsabilidades, pasos específicos y métricas de éxito.

3. Implementación Técnica de Controles

Para los controles técnicos, implementa soluciones de seguridad como firewalls, sistemas de detección y prevención de intrusiones (IDS/IPS), cifrado de datos, y herramientas de gestión de identidades y accesos (IAM).

Acción: Instala y configura las herramientas de seguridad necesarias, asegurándote de que estén alineadas con las políticas y procedimientos desarrollados.

4. Capacitación y Concienciación

Asegúrate de que todos los empleados comprendan los controles de seguridad y sepan cómo aplicarlos en su trabajo diario. La capacitación continua es esencial para mantener una cultura de seguridad.

Acción: Desarrolla programas de capacitación y concienciación sobre los controles de seguridad para todos los niveles de la organización.

5. Monitoreo y Evaluación

Establece procesos para monitorear y evaluar la efectividad de los controles de seguridad. Esto incluye la revisión periódica de logs, auditorías internas y pruebas de penetración.

Acción: Implementa herramientas de monitoreo y realiza auditorías regulares para evaluar la efectividad de los controles y detectar cualquier debilidad o incumplimiento.

6. Revisión y Mejora Continua

La seguridad de la información es un proceso dinámico. Los controles de seguridad deben revisarse y mejorarse continuamente para adaptarse a nuevas amenazas y cambios en la organización.

Acción: Establece un proceso de revisión y mejora continua, asegurándote de que los controles de seguridad se actualicen regularmente en respuesta a nuevos riesgos y tecnologías emergentes.


Técnicas y Recomendaciones

1. Evaluación de Controles Existentes

Antes de implementar nuevos controles, evalúa los controles existentes para identificar brechas y áreas de mejora. Esto puede ayudar a optimizar recursos y evitar la duplicación de esfuerzos.

Acción: Realiza una auditoría de los controles de seguridad actuales y utiliza los resultados para guiar la implementación de nuevos controles.

2. Adopción de Frameworks de Seguridad

Utiliza frameworks de seguridad reconocidos, como NIST Cybersecurity Framework, CIS Controls, o COBIT, para guiar la implementación de controles. Estos frameworks proporcionan prácticas y directrices probadas.

Acción: Adopta y personaliza un framework de seguridad que se alinee con las necesidades y el contexto de tu organización.

3. Automatización de Controles

Siempre que sea posible, automatiza los controles de seguridad para aumentar la eficiencia y reducir el error humano. La automatización puede incluir la gestión de parches, la respuesta a incidentes y el monitoreo continuo.

Acción: Implementa soluciones de automatización de seguridad para tareas repetitivas y críticas, y asegúrate de que estén integradas con otros sistemas de TI.


Recomendaciones de los Expertos

Enfoque en la Prioridad de Riesgos: Los expertos recomiendan enfocar los esfuerzos de implementación de controles en los riesgos más críticos identificados durante la evaluación de riesgos. Esto asegura que los recursos se utilicen de manera eficiente y efectiva.

Documentación Exhaustiva: Mantener una documentación exhaustiva de todos los controles de seguridad, incluyendo su propósito, implementación y resultados de monitoreo, es esencial para la transparencia y la mejora continua.

Cultura de Seguridad: Promover una cultura de seguridad en toda la organización es crucial. Los empleados deben entender que la seguridad es responsabilidad de todos y que su cumplimiento es fundamental para el éxito del SGSI.

Uso de Indicadores de Desempeño: Establecer indicadores clave de desempeño (KPI) para medir la efectividad de los controles de seguridad y hacer ajustes según sea necesario. Los KPI pueden incluir métricas como el tiempo de respuesta a incidentes, el número de intentos de intrusión detectados y el cumplimiento de políticas.

La implementación de controles de seguridad es un paso fundamental para proteger los activos de información y asegurar la continuidad del negocio bajo la norma ISO 27001:2022. A través de una identificación cuidadosa de los requisitos de control, el desarrollo de políticas y procedimientos claros, la implementación técnica adecuada, y la capacitación continua, las organizaciones pueden fortalecer su postura de seguridad.

Siguiendo las técnicas y recomendaciones de los expertos, los CISOs y gerentes de tecnología pueden asegurar que los controles de seguridad no solo sean efectivos, sino que también se integren de manera fluida en la cultura y las operaciones diarias de la organización. Una implementación bien ejecutada de controles de seguridad no solo protege la información, sino que también construye una base sólida para una gestión de seguridad de la información proactiva y resiliente.


Evaluación y Tratamiento de Riesgos: Clave para una Seguridad de la Información Robusta

La evaluación y tratamiento de riesgos es uno de los pilares fundamentales en la implementación de un Sistema de Gestión de Seguridad de la Información (SGSI) bajo la norma ISO 27001:2022. Este proceso permite a las organizaciones identificar, analizar y mitigar los riesgos que pueden afectar la seguridad de sus activos de información. En este artículo, exploramos cómo desarrollar este paso, las técnicas y recomendaciones para alcanzarlo, y las mejores prácticas sugeridas por los expertos.

¿Qué es la Evaluación y Tratamiento de Riesgos?

La evaluación de riesgos implica identificar los riesgos relacionados con la seguridad de la información y evaluarlos en términos de su probabilidad de ocurrencia y el impacto potencial. El tratamiento de riesgos, por otro lado, consiste en decidir cómo gestionar estos riesgos, ya sea mitigándolos, aceptándolos, transfiriéndolos o evitándolos.

Pasos para Desarrollar la Evaluación y Tratamiento de Riesgos

1. Identificación de Activos y Valoración

El primer paso es identificar los activos de información que deben ser protegidos. Estos activos pueden incluir datos, software, hardware, personas y procesos. Una vez identificados, se debe valorar su importancia para la organización.

Acción: Crea un inventario de activos de información y clasifícalos según su valor para la organización.

2. Identificación de Amenazas y Vulnerabilidades

Identifica las posibles amenazas que pueden explotar las vulnerabilidades de tus activos de información. Las amenazas pueden ser internas o externas, intencionales o accidentales.

Acción: Realiza sesiones de lluvia de ideas, consulta bases de datos de amenazas conocidas y analiza incidentes de seguridad pasados para identificar amenazas y vulnerabilidades.

3. Análisis de Riesgos

Evalúa la probabilidad de que cada amenaza se materialice y el impacto potencial que tendría en la organización. Esto te ayudará a priorizar los riesgos según su gravedad.

Acción: Utiliza matrices de riesgos para evaluar y clasificar los riesgos en función de su probabilidad e impacto.

4. Tratamiento de Riesgos

Decide la estrategia de tratamiento para cada riesgo identificado. Las estrategias comunes incluyen:

Mitigación: Implementar controles para reducir la probabilidad o el impacto del riesgo.

Transferencia: Transferir el riesgo a un tercero, como un proveedor de seguros.

Aceptación: Aceptar el riesgo si su impacto es menor o si el costo de mitigarlo es mayor que el beneficio.

Evitar: Cambiar los planes para evitar el riesgo.

Acción: Desarrolla un plan de tratamiento de riesgos detallado que describa las acciones a tomar, los responsables y los plazos.

Técnicas y Recomendaciones

1. Metodologías de Evaluación de Riesgos

Adopta una metodología reconocida para la evaluación de riesgos. Algunas metodologías populares incluyen:

OCTAVE (Operationally Critical Threat, Asset, and Vulnerability Evaluation): Un enfoque basado en el riesgo para evaluar y gestionar los riesgos de seguridad de la información.

NIST SP 800-30 (National Institute of Standards and Technology): Una guía para la gestión de riesgos en la seguridad de la información.

ISO/IEC 27005: Proporciona directrices para la gestión de riesgos en la seguridad de la información.

Acción: Elige y personaliza la metodología que mejor se adapte a las necesidades y contexto de tu organización.

2. Herramientas de Gestión de Riesgos

Utiliza herramientas de software para facilitar la evaluación y gestión de riesgos. Estas herramientas pueden automatizar muchas tareas y proporcionar análisis detallados y reportes.

Acción: Implementa herramientas de gestión de riesgos como RiskWatch, Risk Management Studio o RSA Archer.

3. Capacitación y Concienciación

Asegúrate de que todos los empleados comprendan la importancia de la gestión de riesgos y cómo pueden contribuir a ella. La capacitación continua es esencial para mantener a todos alineados con las políticas y procedimientos de seguridad.

Acción: Desarrolla programas de capacitación y concienciación sobre la gestión de riesgos para todos los niveles de la organización.

Recomendaciones de los Expertos

Enfoque Sistemático y Documentado: Los expertos recomiendan seguir un enfoque sistemático y bien documentado para la evaluación y tratamiento de riesgos. Esto asegura que todos los riesgos sean identificados y gestionados de manera coherente.

Participación de las Partes Interesadas: Involucra a todas las partes interesadas relevantes en el proceso de gestión de riesgos. Esto incluye a la alta dirección, el equipo de TI, los departamentos operativos y los usuarios finales.

Revisión y Actualización Continua: La evaluación y tratamiento de riesgos no es una actividad única. Debe ser un proceso continuo que se revise y actualice regularmente para reflejar los cambios en el entorno de amenazas y en la organización.

Integración con Otros Procesos de Gestión: Integra la gestión de riesgos con otros procesos de gestión de la organización, como la gestión de incidentes, la continuidad del negocio y la auditoría interna. Esto crea una postura de seguridad más cohesiva y robusta.

La evaluación y tratamiento de riesgos es un componente crítico de cualquier SGSI y es esencial para la protección efectiva de los activos de información de una organización. A través de un enfoque estructurado que incluye la identificación de activos, amenazas y vulnerabilidades, el análisis de riesgos y la implementación de estrategias de tratamiento, las organizaciones pueden gestionar de manera proactiva los riesgos y mejorar su postura de seguridad.

Siguiendo las técnicas y recomendaciones de los expertos, los CISOs y gerentes de tecnología pueden asegurar que su proceso de gestión de riesgos sea exhaustivo, efectivo y alineado con los objetivos estratégicos de la organización. Una gestión de riesgos bien implementada no solo protege la información, sino que también fortalece la resiliencia organizacional y la confianza de las partes interesadas. 


Gestión de vulnerabilidades: Guía definitiva para maximizar tu postura de seguridad

La gestión de vulnerabilidades se ha convertido en uno de los elementos más críticos para la ciberseguridad empresarial moderna. Con el crecimiento exponencial de las amenazas cibernéticas, las organizaciones no pueden darse el lujo de dejar vulnerabilidades sin parchear que podrían ser aprovechadas por actores maliciosos para penetrar sus sistemas y causar brechas devastadoras. Según el Informe de Riesgos Globales 2022 del Foro Económico Mundial, los ataques cibernéticos se encuentran entre los principales riesgos en términos de probabilidad e impacto, y el ransomware representa una de las amenazas de más rápido crecimiento. En este contexto, implementar un programa robusto, metódico y continuo de identificación, análisis, priorización y remediación de vulnerabilidades conocidas es fundamental para que las empresas refuercen su postura de seguridad.

Este artículo detalla los siete pasos esenciales que componen un proceso integral de gestión de vulnerabilidades, desde el establecimiento del alcance inicial, pasando por el análisis técnico y la evaluación de riesgos, hasta las tareas críticas de priorización, corrección y monitoreo permanente. A través de una ejecución efectiva de estas etapas, respaldada por los recursos y el compromiso ejecutivo adecuados, las organizaciones pueden convertir las vulnerabilidades en oportunidades para robustecer sus defensas y lograr resiliencia frente a las sofisticadas e implacables amenazas del mundo digital.
  1. Definición de alcance: La definición de alcance implica determinar detalladamente los límites, activos, sistemas, procesos, datos y áreas que serán objeto del programa de gestión de vulnerabilidades. Se deben elaborar criterios claros sobre qué se incluye y qué se excluye del alcance, en base a factores de riesgo, criticidad, visibilidad y valor para la organización. Un alcance bien definido asegura que los recursos se enfoquen de forma óptima.
  2. Preparación: En la fase de preparación se establecen todos los elementos necesarios para una ejecución y gestión exitosa del programa. Esto incluye definir métricas de cumplimiento, asignar roles y responsabilidades, seleccionar las herramientas de evaluación y análisis, establecer procesos sólidos de gestión y documentación de vulnerabilidades, definir canales de comunicación y concienciar a todos los equipos involucrados.
  3. Análisis: El análisis implica la identificación técnica y detallada de las vulnerabilidades existentes en los sistemas y activos dentro del alcance definido. Se emplean múltiples técnicas como escaneo de vulnerabilidades, análisis de código fuente, análisis forense, monitoreo de inteligencia de amenazas, y pruebas de penetración ética.
  4. Evaluación de riesgos: Cada vulnerabilidad analizada debe ser evaluada para determinar el nivel de riesgo que representa, en base a factores como el impacto potencial en la organización si es explotada, la facilidad de explotación, los controles de seguridad existentes y las amenazas aplicables. Se determina una calificación de riesgo para priorizar.
  5. Priorización: Las vulnerabilidades se clasifican y priorizan de acuerdo al nivel de riesgo determinado previamente. Adicionalmente, se consideran factores como la criticidad de los sistemas y procesos afectados, la disponibilidad de parches o mitigaciones y el tiempo necesario para la corrección.
  6. Corrección: Implica la remediación de las vulnerabilidades priorizadas y críticas, aplicando parches, actualizaciones, cambios de configuración, controles técnicos compensatorios o de mitigación según corresponda. Si no existe solución, se aplican los controles posibles para reducir la exposición.
  7. Monitoreo continuo: El monitoreo continuo permite identificar nuevas vulnerabilidades de forma proactiva mediante escaneo automatizado y análisis de inteligencia de amenazas. También valúa que los parches y las correcciones aplicadas funcionen efectivamente. Es un proceso recurrente para mantener un panorama actualizado.
              La efectiva gestión de vulnerabilidades es un elemento indispensable para que las organizaciones puedan defenderse ante un panorama de amenazas cibernéticas crecientes. A través de la implementación de un proceso formal que abarque el análisis minucioso, la valoración de riesgos, la priorización basada en impacto, la remediación oportuna y el monitoreo continuo, las empresas pueden identificar, entender y mitigar las debilidades de seguridad de una manera proactiva, ágil y optimizada.

              Más que una tarea puntual, la gestión de vulnerabilidades debe concebirse como un ciclo constante de mejora y aprendizaje. La tecnología y las técnicas de los atacantes evolucionan rápidamente, por lo que se requiere no solo automatizar sino también mejorar de forma iterativa el proceso para incorporar nuevas fuentes de inteligencia, evaluar y optimizar los resultados, y lograr madurez. Un programa sólido convierte a las vulnerabilidades en oportunidades para robustecer las defensas antes de que puedan ser explotadas. En un mundo hiperconectado, la gestión de vulnerabilidades es una de las mejores estrategias con que cuentan las organizaciones para proteger sus activos digitales y su continuidad operativa frente a los ciberataques.

              Garantizando la Continuidad del Negocio: La Importancia de un Plan de Recuperación de Desastres

              En el vertiginoso mundo de la tecnología, donde la interconexión y la dependencia de sistemas digitales son la norma, la posibilidad de enfrentar desafíos imprevistos siempre está presente. Ante la inevitable amenaza de eventos que pueden interrumpir las operaciones comerciales, los gerentes de tecnología se encuentran en la vanguardia de la defensa empresarial. Un arma esencial en su arsenal es el Plan de Recuperación de Desastres (DRP), una estrategia meticulosamente diseñada para garantizar la continuidad del negocio incluso en los momentos más críticos.

              ¿Por qué es esencial un Plan de Recuperación de Desastres (DRP)?

              Minimiza la Interrupción Operativa: Un DRP permite a las organizaciones anticipar y mitigar los impactos de eventos imprevistos, como desastres naturales, ciberataques o fallos de hardware. La rápida respuesta y recuperación son esenciales para minimizar el tiempo de inactividad y sus consecuencias financieras.

              Protege la Integridad de los Datos: La pérdida de datos críticos puede ser devastadora. Un DRP asegura la implementación de medidas de respaldo y recuperación que salvaguardan la integridad y disponibilidad de los datos esenciales para la operación del negocio.

              Cumplimiento con Normativas y Requisitos: Muchas industrias tienen normativas estrictas que requieren la implementación de planes de continuidad del negocio. Un DRP no solo ayuda a cumplir con estas normativas, sino que también demuestra un compromiso con la seguridad y la protección de la información.

              Pasos para Implementar un Plan de Recuperación de Desastres:

              1. Identificación de Activos Críticos: Enumerar y clasificar los activos críticos de la organización es el primer paso. Esto incluye hardware, software, datos y personal clave.
              2. Evaluación de Riesgos y Amenazas: Realizar una evaluación exhaustiva de los riesgos potenciales y amenazas que podrían afectar la continuidad del negocio. Esto proporciona la base para desarrollar estrategias de mitigación específicas.
              3. Establecimiento de Objetivos de Recuperación: Definir objetivos realistas para la recuperación de sistemas y datos. Esto ayuda a determinar el tiempo máximo tolerable de inactividad (RTO) y la cantidad máxima tolerable de pérdida de datos (RPO).
              4. Desarrollo de Procedimientos de Respuesta: Crear procedimientos detallados para la respuesta a desastres. Esto incluye la activación del DRP, la comunicación interna y externa, y las acciones específicas para restaurar la operatividad.
              5. Implementación de Soluciones Tecnológicas: Utilizar herramientas y tecnologías que respalden la ejecución del DRP. Esto puede incluir servicios de copia de seguridad en la nube, replicación de datos y sistemas de recuperación ante desastres.
              6. Entrenamiento y Concientización: Capacitar al personal clave en la ejecución del DRP. Asegurarse de que todos estén familiarizados con los procedimientos y sepan cómo actuar eficientemente durante una crisis.

              ¿Por qué es Recomendable Tener un Plan de Recuperación de Desastres?

              Previsión ante lo Imprevisible: Un DRP prepara a la organización para enfrentar eventos inesperados, garantizando que no se vean tomados por sorpresa y puedan responder con rapidez y eficacia.

              Protección de la Reputación: La capacidad de recuperación de una organización durante un desastre afecta directamente a su reputación. Un DRP bien ejecutado puede minimizar el impacto negativo en la percepción de clientes, socios y empleados.

              Reducción de Costos a Largo Plazo: Aunque la implementación inicial puede requerir una inversión, un DRP eficaz ahorra costos a largo plazo al reducir el tiempo de inactividad y las pérdidas financieras asociadas.

              En el mundo digital actual, un Plan de Recuperación de Desastres es más que una precaución; es una necesidad. Los gerentes de tecnología desempeñan un papel fundamental al liderar la creación, implementación y mantenimiento de estos planes para asegurar la continuidad y la resiliencia de sus organizaciones en cualquier circunstancia. La inversión en la preparación hoy se traduce en la seguridad del mañana.


              Cinco cosas que debes hacer para exorcizar a los hackers

              Antes de que leas el último artículo de este año, quiero darte las gracias por leer este blog, te deseo felices fiestas y una cibersegura vida en el 2021, que tus pensamientos seguros te proteja de todo hacker malintencionado que se quiera hacer con tus datos.

              En este artículo te voy a enseñar cinco cosas que debes tener en cuenta para exorcizar los hackers malintencionados y mantenerlos a raya.
              1. Realiza un programa de análisis de riesgos de TI, es vital saber cuáles son los puntos débiles de tu organización y donde se debe mejorar.
              2. Realiza frecuentemente copias de respaldo de toda la información crítica, la frecuencia dependerá de que tan actualizada necesitas la información.
              3. Ten a la mano un plan de recuperación de desastres, es decir, que hacer en caso de una catástrofe en TI, como por ejemplo, se fue el fluido eléctrico, no hay acceso al centro de datos o estamos en pandemia.
              4. Evalúa periódicamente la controles actuales, es bueno saber si los controles que tienes están haciendo su trabajo o si por el contrario en algún momento se desactivaron y siguen sin operar.
              5. Desarrolla un plan de respuesta a incidentes de ciberseguridad, es importante saber que hacer o como actual en caso de que se materialice un incidente grave e la organización. 
              Adicional a todo esto, debes contar con personal especializado en ciberseguridad, los de TI son de TI, los de ciberseguridad son de ciberseguridad, no es sano que un cargo sea juez y parte en la misma causa. Si no puedes costear personal de ciberseguridad entonces te recomiendo que contrates una firma externa. 

              Felices fiestas, 2020.


              Para que sirve un análisis de riesgos en tecnología.

               Si realmente quiere abordar adecuadamente el tema de ciberseguridad en su organización entonces debe empezar por este aspecto: el análisis de riesgos, ya que esto le permitirá definir proyectos e iniciativas que le ayudaran a atacar la ciberseguridad de forma organizada.  

              El análisis de riesgos consiste en evaluar el riesgo al que está expuesta la organización y en concreto, los activos. Aquí la palabra activo se refiere a equipos, personas o lugares (entre otros) que contenga información y tenga valor para la organización, por lo tanto se debe proteger. 

              A continuación veremos un conjunto de fases que son comunes a las metodologías de análisis de riegos:


              Fase 1: Determine el alcance que va a tener el análisis de riesgos. En la mayoría de los casos cuando se está empezando con riesgos, el alcance es el área o departamento de Tecnología Informática.

              Fase 2: Identifique claramente los activos que van a ser evaluados, recuerde que acá, un activo es algo que tiene o procesa información y que adicionalmente tiene valor para la organización. 

              Fase 3: Identifique las amenazas a las que están expuestos los activos. Por ejemplo: Internet, incendios, inundaciones, virus etc.

              Fase 4: Aquí es donde ingresa el análisis de vulnerabilidades técnicas el cual evalúa la existencia de vulnerabilidades en el hardware o software de la organización, adicionalmente también se debe tener  en cuenta la evaluación de vulnerabilidades no técnicas como por ejemplo personal no capacitado.

              Fase 5: Un control es algo que se tiene para evitar que se materialice un riesgo, por ejemplo un antivirus, eso es un control que se tiene para evitar los virus, ya teniendo esto claro, en esta fase se analizan los controles existentes como por ejemplo el firewall, antivirus, copias de respaldo entre otros. 

              Fase 6: En esta fase se puede calcular en riesgo con base en la información recolectada de activos, amenazas, vulnerabilidades y controles.  

              Fase 7: Una vez evaluados los riesgos y habiendo definido el nivel de riesgo aceptable, se procede a tratar los riesgos que superen el nivel definido para lo cual existen cuatro estrategias:

              • Transferir el riesgo: la compra de un seguro es un ejemplo de la transferencia de un riesgo. 
              • Eliminar el riesgo: eliminar el servicio de Internet gratuito para visitantes. 
              • Asumir el riesgo: cuando se tienen aplicaciones implantadas en sistemas obsoletos, la organización decide asumir el riesgo porque no tiene como solucionarlo.
              • Mitigar el riesgo: esta es la estrategia más común y consiste en aplicar controles para reducir el nivel de riesgo, un ejemplo es la adquisición de nueva tecnología como firewalls modernos. 

              Ya que el volumen de información que se maneja en un ejercicio de análisis de riesgos es bastante alto, lo recomendado es que apoye de una solución de software, esto le ahorrará, tiempo y esfuerzo.

              Los resultados del análisis de riesgos le permitirá proponer proyectos e iniciativas orientados a proteger la información de su organización. 

              En resumen, el análisis de riesgos sirve para identificar los activos críticos para la organización, al igual que el riesgo al cual están expuestos. 

              Si desea mayor información o quiere contratar servicios, por favor use este formulario: https://www.activosti.com/contact.html



              Ciberseguridad, revisión mínima al recibir un cargo responsable de TI.

               El mundo de la ciberseguridad cambia constantemente, cada semana se reportan más de cien nuevas vulnerabilidades, los riesgos empresariales cambian constantemente y saber en que estado se encuentra el riesgo digital es responsabilidad de director de tecnología, gerente, coordinador o el cargo responsable de TI.

              A menudo se reciben cargos directivos en esta área, los cuales involucran la responsabilidad de la ciberseguridad por lo que se carga con el cuidado de los datos digitales de la organización.  

              Estos son algunos de los posibles asuntos que deberá atender cuando se recibe un cargo de estos: 

              • Documentación actualizada de infraestructura y red interna.
              • Existencia y estado del plan de tratamiento de riesgos.
              • Existencia y estado del plan de continuidad del negocio.
              • Existencia y estado del plan de recuperación de desastres. 
              • Existencia y estado del plan de gestión de vulnerabilidades de TI.
              • Análisis de brecha para determinar el estado de la ciberseguridad contra el marco de ciberseguridad del NIST, ISO 27001, COBIT, entre otras.
              • Revisión de los resultados del ultimo análisis de riesgos de TI.

              Adicionalmente, y dependiendo del cargo, propender por la revisión técnica de lo siguiente:

              • Estado de las copias de respaldo de la información crítica.
              • Verificación y cambio de las claves de acceso.
              • Análisis de vulnerabilidades en toda la superficie de ataque.
              • Verificación de la correcta operación de la seguridad perimetral. Detección y contención.
              • Análisis y revisión de controles internos.

              Estos son solo algunos de los asuntos que se deberán atender, como siempre, esto depende de cada organización y del nivel de evolución tecnología que se tenga. Se podría incluir asuntos como revisión del licenciamiento y otras cosas, pero aquí nos centramos en lo mínimo que debería tener ciberseguridad. 

              Atender estos asuntos le garantizan como mínimo el 80% de la revisión de la ciberseguridad, si no los tiene, se deberá propender por la implementación lo antes posible. 


              Ciberseguridad: cinco aspectos a tener en cuenta para evitar dolores de cabeza.

              Son nuevos tiempos, nuevos desafíos, los momentos en los que se contrataba personal y no se capacitaba quedó atrás, la tecnología avanza a pasos agigantados y por ende día a día salen nuevos tipos de ataques cibernéticos que buscan hacerse con los datos de las empresas o que simplemente los secuestran para pedir dinero a cambio de liberarlos. A continuación enumeraremos cinco aspectos que debe considerar para mantener activa la seguridad de su información:

              Capacitación

              Cuando hablamos de capacitación no solo nos referimos a que los técnicos sepan operar la tecnología de la organización, nos referimos a capacitar todo el personal de la empresa, recuerde que ellos son la primera barrera de defensa contra un ataque cibernético. Un alto ejecutivo que sepa detectar un ataque de phishing, una secretaria que detecte un email falso, son dos ejemplos de personal capacitado que pueden llegar a detener un posible ataque a la organización.

              Identificación de riesgos

              Saber identificar cuáles son los puntos débiles de la tecnología que posee la organización le permitirá tratar los riesgos en el momento adecuado, navegar a ciegas puede llegar a costar 1.000 veces más de lo que puede costar el invertir en un análisis de riegos, incluido análisis de vulnerabilidades técnicas.

              Plan de respuesta a incidentes

              Saber que hacer cuando se presenta un incidente es de vital importancia para proteger la información de la organización. Puede tener un equipo interno capacitado en atención de incidentes de ciberseguridad o puede contratar el servicio con una compañía especializada en el tema.

              Plan de recuperación de desastres

              Este ítem va de la mano con el anterior, pero acá nos centramos en que ya tenemos un plan para seguir operando mientras se soluciona el incidente de ciberseguridad. Centro de datos alterno, servicios en la nube, tecnología probada y copias de respaldo actualizadas son algunos elementos a tener en cuenta para tener un buen plan de recuperación de desastres.

              Cultura de ciberseguridad

              La protección de la información como cultura organizacional le garantiza que los usuarios van a saber tomar decisiones adecuadas para proteger la información de la organización. No es una tarea a corto plazo, lleva su tiempo el implantarla dentro de la empresa y su adopción debe empezar por la alta dirección. Tres son los aspectos que debe tener en cuenta: concienciación, entrenamiento y desarrollo continuo.

              La ciberseguridad debe convertirse en uno de pilares de la organización, no por nada fue catalogado como uno de los principales riesgos que pueden llegar a afectar una organización. (revista Risk in Focus 2020).

              Mantener un balance entres estos cinco aspectos le puede evitar dolores de cabeza previniendo la materialización de incidentes de ciberseguridad. 

              De los afanes de poner proyectos de tecnología en producción.

              Pasando el segundo semestre del 2.020 y estamos siendo afectados por una pandemia a nivel mundial la cual nos tomó por sorpresa. Fueron pocos, por no decir que nadie, los que en su sano juicio tuvieron la oportunidad de poner “pandemia” dentro de su matriz DOFA o dentro de su evaluación de riesgos, sin embargo, se está afrontando uno de los mayores hechos donde se han visto afectadas muchas empresas, donde un gran número han cerrado por diferentes factores y otras luchan por poner a tono su infraestructura para ofrecer los servicios de acceso remoto, comercio electrónico, y teletrabajo a sus empleados, clientes y terceros.  

              El afán por cumplir con los nuevos servicios se traduce algunas veces en dejar de lado la evaluación riesgos, dejando posiblemente expuesta la plataforma de TI.  La lista de posibles riesgos podría ser interminable ya que estos dependen del proyecto que se esté trabajando, sin embargo, este es un pequeño listado con los riesgos más comunes: 

              • Multas por utilización de software no licenciado. Teamviewer requiere licencia, los otros también. 

              • Ataque cibernético por exposición de equipos sobre internet. Conexión remota a servidores o estaciones de trabajo de forma directa.

              • Ataque cibernético por utilización de software para acceso remoto con vulnerabilidades. VNC en versiones antiguas tienen vulnerabilidades fáciles de explotar.

              • Comprometer la confidencialidad, integridad o disponibilidad de la información por errores de diseño en la arquitectura del servicio. Bypass de controles de seguridad.

              • Materialización de incidentes de ciberseguridad por puesta en operación de proyectos sin al menos una evaluación de vulnerabilidades.

              • Multas o fuga de información por permitirle a los usuarios finales instalar software de acceso remoto no autorizado por la organización.

              • Fuga de información, almacenamiento de información crítica de la empresa en los equipos personales de los empleados que se conectan remotamente.

              Cada uno de estos riesgos se trabajan de forma diferente dependiendo de la organización, recursos e infraestructura que se posea, no obstante, cada organización deberá realizar una evaluación de riesgos para determinar el nivel de exposición de los nuevos servicios, ya que el no hacerlo sería como ir a la guerra sin el equipo necesario.

              Estos riesgos también ocurren en todos aquellos proyectos que se ponen en producción sin evaluar los riesgos a los que se verán expuestos, estemos o no en pandemia.

              Para finalizar, les dejo una frase de Georges de Moura, jefe de Soluciones de Industria del Centro de Ciberseguridad del Foro Económico Mundial (WEF, por sus siglas en inglés):

              “Las empresas deben acelerar su transformación digital para aprovechar sus beneficios y lograr un equilibrio entre agilidad, escalabilidad, eficiencia, rentabilidad y ciberseguridad”. 


              Evaluación de riesgos: diagnosticando el estado de la ciberseguridad.

              La evaluación de riesgos es el corazón de todo marco que busca medir los niveles de riesgos a los cuales se ven enfrentadas las organizaciones. Escoger una metodología adecuada, ligera y fácil de utilizar, facilita la tarea cíclica de analizar los riesgos que pueden llegar a afectar las operaciones de la organización. 

              Independientemente de la metodología que se escoja, la evaluación de riesgos permite  determinar la probabilidad  de que una amenaza pueda explotar una vulnerabilidad expuesta de un activo y de esta  manera medir el impacto que esto tendría sobre la organización. 

              Estas son las principales etapas de una evaluación de riesgos:

              • Preparar y planificar: se debe definir el alcance y los objetivos del analisis de riesgos. 

              • Identificar activos y evaluar la sensibilidad: se debe de identificar los activos y hacer una evaluación inicial con respecto a los atributos de confidencialidad, integridad y disponibilidad. Otros atributos pueden ayudar en la priorización del plan de remediación como son: criticidad, dependencia, valor cuantitativo, entre otros.

              • Realizar análisis de amenazas: Se deben identificar las amenazas y ver los posibles escenarios para examinar la capacidad, la motivación y la probabilidad.

              • Realizar análisis de vulnerabilidad: se evalúan los activos con respecto a las vulnerabilidades conocidas determinando adicionalmente el nivel de esfuerzo (recursos y capacidad) que requiere un agente para montar un ataque.

              • Determinar los riesgos: Determinar la medida del riesgo teniendo en cuenta las amenazas, vulnerabilidades, probabilidad e impacto sobre los activos. Definir el apetito de riesgo y determinar el riesgo residual.

              • Plan de remediación: se debe priorizar los riesgos identificados y de acuerdo con la prioridad de los activos, definir un plan de remediación prioritario de acuerdo con los objetivos de la organización.  

              Los resultados esperados después de una evaluación de riesgos son los siguientes:

              • Activos identificados y valorados.

              • Amenazas y vulnerabilidades identificadas y valoradas.

              • Niveles de riesgos identificado y valorados. Probabilidad x Impacto en activos.

              • Plan de remediación priorizado para inicio de fase de mitigación de riesgos. 

              La mitigación de riesgos puede tener cuatro escenarios los cuales se muestran a continuación junto  con un  ejemplo:

              • tratado: se aplican controles para reducir el nivel de riesgo.

              • evitado: se elimina la fuente del riesgo.

              • transferido: se adquiere un seguro.

              • aceptado: no se puede hacer algo al respecto, solo aceptar el riesgo.

              La evaluación de riesgos da una visión clara acerca de los peligros a los cuales se ve enfrentada la organización y que se debe hacer para mitigar estos riesgos. Trabajar sin esta herramienta sería como navegar sin una brújula, cualquier cosa puede suceder. Conocer los puntos débiles de la organización permite tomar las decisiones adecuadas en los momentos oportunos. 

              Bueno, ya se tiene un diagnóstico acerca del estado de la ciberseguridad en la organización, el siguiente paso es acometer el plan de remediación para reducir los niveles de riesgos.