NIST SP 800-61 Rev. 3, titulada “Incident Response Recommendations and Considerations for Cybersecurity Risk Management”, es la guía actualizada del Instituto Nacional de Estándares y Tecnología (NIST) para gestionar incidentes de ciberseguridad. Publicada en abril de 2025, incorpora las funciones del Cybersecurity Framework 2.0 (CSF 2.0), estableciendo una respuesta a incidentes integrada, estratégica y basada en mejora continua.
¿Qué establece esta guía?
La NIST SP 800-61 Rev. 3 organiza la respuesta a incidentes en un ciclo de vida estructurado con cuatro fases esenciales:
1. Preparación
- Políticas y roles definidos: establecer normas claras, aprobadas por dirección, con definición de responsabilidades.
- Equipo de respuesta (IRT): conformar un grupo capacitado, con acceso a sistemas críticos, privilegios y autoridad para actuar.
- Herramientas y capacidades: incluir sistemas SIEM, EDR, monitoreo de red, almacenamiento seguro de logs, y mecanismos de notificación automática.
- Inventario y clasificación de activos: identificar qué sistemas contienen datos sensibles o críticos.
- Capacitación y simulacros: entrenamientos periódicos y ejercicios de respuesta ante escenarios realistas.
2. Detección y Análisis
- Monitoreo continuo: análisis automatizado de eventos, tráfico, autenticaciones y comportamiento anómalo.
- Correlación de eventos: detección de patrones mediante herramientas forenses o inteligencia de amenazas.
- Confirmación del incidente: validación para distinguir falsos positivos de incidentes reales.
- Clasificación: tipo de incidente (malware, acceso no autorizado, exfiltración, DoS, etc.), vectores y sistemas comprometidos.
- Impacto y severidad: análisis técnico y de negocio sobre el daño actual o potencial.
3. Contención, Erradicación y Recuperación
Contención
- Corto plazo: bloquear accesos, aislar sistemas afectados, detener procesos maliciosos.
- Largo plazo: aplicar soluciones temporales que mantengan la operación sin permitir persistencia del atacante.
Erradicación
- Identificación de causa raíz: determinar cómo ocurrió la intrusión o explotación.
- Eliminación de artefactos: borrar malware, cuentas sospechosas, backdoors, tareas programadas maliciosas.
- Reconfiguración: cierre de puertos innecesarios, reforzamiento de contraseñas, eliminación de vectores.
Recuperación
- Restauración desde backups verificados: reinstalar desde copias limpias.
- Revalidación de integridad: verificar que los sistemas restaurados estén libres de amenazas.
- Monitoreo post-recuperación: vigilancia reforzada para detectar signos de reinfección o persistencia.
4. Actividad Post‑Incidente
- Revisión interna: análisis técnico, líneas de tiempo, decisiones tomadas, y tiempos de respuesta.
- Identificación de brechas: errores humanos, fallas de procedimiento, debilidades tecnológicas.
- Lecciones aprendidas: documentación formal para evitar repetición de errores.
- Actualización de planes: mejoras en el playbook, capacidades de detección, y entrenamientos futuros.
- Cumplimiento regulatorio: reportes obligatorios a autoridades o clientes según lo requiera la jurisdicción.
Integración con el Cybersecurity Framework 2.0
La guía enlaza cada fase operativa con las funciones estratégicas del CSF 2.0:
Fase del Ciclo | Función del CSF 2.0 |
---|---|
Preparación | Govern, Identify, Protect |
Detección y Análisis | Detect |
Contención, Erradicación, Recuperación | Respond, Recover |
Post-Incidente | Improve, Govern |
Conclusión
La NIST SP 800-61 Rev. 3 ofrece una guía técnica completa y actualizada para enfrentar incidentes cibernéticos, con un enfoque estructurado, flexible y alineado con la gobernanza de seguridad. Adoptar este marco permite no solo resolver incidentes eficientemente, sino también fortalecer la madurez organizacional frente a futuras amenazas.